Tres tazas de almendras crudas y con segunda piel marrón, para que se agarre el caramelo.
Dos tazas de azúcar
Una taza de agua
Una sartén vieja, a ser posible de las antiguas de hierro.
Elaboración:
Ponemos los ingredientes en la sartén y a fuego medio, vamos removiendo de vez en cuando la mezcla, que
burbujeara y tomara un color dorado transparente.
Debemos tener cuidado con las almendras, ya que conforme se
va espesando la mezcla empezarán a estallar y podemos quemarnos.
Ahora retiramos la sartén del fuego antes de que las
almendras cambien de color.
Echamos las almendras sobre una superficie de
mármol para que se enfríen, y las vamos separando moviendolas de vez en cuando mientras enfrían.
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